Con la madurez del joven Keko Baldomero nos adentramos en los vaivenes del vivir, en el reino de los sentimientos encontrados, de los anhelos y temores que fluyen como el ‘Agua’ y que van a desembocar en un encuentro donde se esfuman las fronteras entre el sueño y la realidad.

El pulso de Morón, de la guitarra de Daniel Méndez, la libertad y la osadía que nos da el ‘Aire’ y que puede llevarnos a ese refugio que sólo se encuentra si no cejamos en su búsqueda.

Del toque de Miguel Iglesias surge la rabiosa lucha por la inteligencia, simbolizada por la fuerza primordial del ‘Fuego’. Y Alfredo Lagos a quien el dominio de la técnica no le impide volar por el cielo de la creatividad para plasmarnos la serenidad de la ‘Tierra’.

Cantiñas, soleá, seguiriya y taranto que anteceden al fin de un ciclo vital y cósmico: el Todo por bulerías.